Todas las semanas vemos en los telediarios escenas de delincuencia con violencia extrema, robos y ocupaciones en pisos y casas que nos provocan una sensación de poca seguridad en las comunidades y desasosiego que nos hace cuestionarnos si estamos seguros en nuestra casa.
En este pequeño artículo vamos a hacer una pequeña aproximación a los robos en el interior de las viviendas.
En este tipo de delitos tenemos básicamente dos tipos de delincuentes:
-El delincuente oportunista, que suele darse más con el buen tiempo en el que dejamos las ventanas abiertas por la noche. Es aquel que ve un acceso abierto como puede ser una ventana o una puerta de terraza, que puede utilizar trepando fácilmente a través de la fachada o de algún andamio que se haya instalado. Entra, coge lo que encuentra más fácilmente y abandona la vivienda. No suele entrar cuando hay personas en el interior.
-La delincuencia organizada: Este tipo de delincuentes son más meticulosos. Son bandas con varios miembros donde cada uno de ellos asume un rol determinado. Este tipo de delincuentes pueden entrar también al descuido, en especial las georgianas, que son auténticas magas abriendo cerraduras, o hacer un estudio de la habitabilidad de la vivienda para asegurarse que no hay nadie y robar de forma más meticulosa.
La forma más directa consiste en abrir los pisos durante las mañanas de los días laborables y llevarse lo más fácil de llevar (joyas o dinero en efectivo). Para ello, acceden al portal y “a oído” miran si puede haber alguien en el interior. Intentan abrir la puerta con un trozo de plástico recortado de una botella de refresco, ya que, si no se cierra dando vuelta a la llave, se puede abrir así en menos de 10 segundos. Si no pueden, pueden intentar acceder mediante el sistema de la “llave falsa”, manipulando la cerradura y el que entren o no, depende de la calidad de ésta.
La forma meticulosa, consiste en poner colocar pequeños trozos de plástico transparentes en la puerta, de manera que, si la abrimos, se caen al suelo. Los ponen un día (suele ser próximo a días festivos) y otro día comprueban si están. En caso afirmativo, fuerzan la puerta y si no, pasan al piso siguiente. También pueden observar distintas señales como puede ser el buzón lleno o el felpudo descolocado durante varios días debido a los trabajos de limpieza del rellano.
Para intentar evitar este tipo de robos y mejorar la seguridad en las comunidades, existen una serie de recomendaciones de fácil aplicación:
- Siempre cerrar la puerta con alguna vuelta de llave, aunque uno se vaya a ausentar 5 minutos porque va a comprar el pan o sacar al perro a pasear. Puede haber alguien atento a este movimiento y aprovechar para entrar en casa.
- Si sabemos que el vecino de enfrente se va a ausentar durante un tiempo, comprobar si tiene plásticos en su puerta. La forma es muy fácil, con la linterna del móvil se hace una pasada por los bordes de la puerta cerrada, si hay alguno, la luz se reflejará. También podemos hacerlo en nuestra puerta en los días previos a días festivos. En caso de encontrarlos, nunca quitarlos o tocarlos, llamar directamente a Policía Nacional al teléfono 091. Mandarán personal de forma inmediata para comprobar toda la Comunidad y tomar las medidas que consideren oportunas.
- En caso que nos vayamos a ausentar varios días, tener a alguien que recoja el correo del buzón y que coloque bien el felpudo en caso que esté mal colocado, de esta manera no damos pistas que el piso está vacío durante unos días. El personal de limpieza y los conserjes, suelen tener la orden de dejar bien los felpudos cuando limpian, en caso que no lo hagan, avisar al Administrador para que se lo indique.
En próximos artículos hablaremos de los sistemas de seguridad existentes como CCTV (cámaras), alarmas o vigilantes de seguridad en las comunidades.